

En pleno desierto al suroeste de Bolivia se encuentra uno de los lugares del altiplano más llamativos y fascinantes. A tres kilómetros de la ciudad de Uyuni, a las puertas del salar más grande del mundo, decenas de trenes del siglo pasado yacen corroídos a la intemperie.
Se trata de un espacio a más de 3.700 metros de altitud que se ha convertido en un destino turístico, pero que no deja de ser fruto del auge y decadencia de un medio de transporte que a finales del siglo XIX veía su esplendor de la mano de la minería. Aquí se construyó la primera estación de tren de Bolivia y ahora ha quedado para ser un punto de interés para fotógrafos, turistas y curiosos en general.



Cementerio de Trenes
Cada año miles de fotógrafos, turistas y curiosos visitan el cementerio de objetos más concurrido del Mundo.
Este lugar se encuentra a solo 3 km de la ciudad de Uyuni, y por lo general suele ser la primera o última parada que realizan los turistas al visitar esta localidad.
Prepara tu cámara que seguro este lugar te va a invitar a fotografiarlo de principio a fin.

















Tomalo en cuenta!
Probablemente este lugar no llame mucho tu atención, después de todo, qué puede tener de interesante mirar un montón de chatarra acumulada en un sólo lugar? Lo cierto es que estoy seguro que una vez estando en el cementerio de trenes, te va a gustar. No solo es un buen lugar para sacar fotos diferentes en contraste con los vagones oxidados, sino también para conocer más sobre su historia y saber cómo terminaron en este lugar.
Dato: La entrada es libre, y justo al comienzo hay unos vendedores de artesanías que tienen cosas muy interesantes para llevarte como recuerdo de tu visita.









